AVISO: El siguiente relato está dedicado a un amigo. Cuando lo lea se verá identificado. Espero sinceramente que te haya gustado…
Aquella tarde hacía calor, mucho calor. Estaba en la piscina con un amigo, tumbados sobre las toallas. Tomábamos el sol, con tranquilidad. Yo me sentía muy contento por haberle conocido. Me resultaba fenomenal poder hablar con él de ciertas aficiones y gustos comunes. Ambos, por ejemplo, sentíamos afinidad por el teatro y el cine. Tenía los ojos verdes, un verde muy peculiar. No llegué a decírselo, pero Nena Palote cantaría su versión de la copla “ojos verdes´´ nada más verle. Diría: “Me gustan tus ojos verdes…´´ Pero os confieso que nunca se lo presentaría, ya que Nena Palote es muy peligrosa.
De repente, mi amigo se levantó de la toalla. Lo vi alejarse. Durante unos minutos esperé. De pronto, lo vi acercándose, sonreía. Se había comprado un helado, de chocolate blanco. Le encantaban ese tipo de helado. Se volvió a sentar a mi lado. Desenvolvió con cuidado el helado. No quería mancharse. Observé, por el rabillo del ojo, como empezaba a degustarlo. Decidí que hacía un perfecto contraste con sus ojos. Si pudiera, le hubiera hecho una foto. El momento merecía pasar a la eternidad.
Su lengua comenzó a surcar el helado. Tenía habilidad. Mi sucia mente me hizo pensar qué sería capaz de hacer con su lengua. ¿La usaría mejor que yo?. La duda me corroía. Entonces, dio un mordisquito al helado. Paseó el pedazo por su boca. Se había dejado un poco de chocolate sobre sus labios, manchándolos. Sacó de nuevo su lengua, para limpiarse. Se pasó la lengua de parte a parte. Se me antojó muy sensual. Desde luego, mi mente comenzaba a volar. Mi imaginación se desbordaba por momentos. ¡Cómo podía comer un helado con tanta habilidad!. Le envidiaba. Casi le odiaba, pero es imposible odiarlo. Mi amigo se lucía con su labor. El helado tenía forma fálica, se me antojó así.
-¿Quieres probarlo?
-No, no puedo. Tú lo haces mejor…-Mi amigo me miró extrañado. Quizás no sabía a qué me refería, pero es que su forma de comer helados es magistral…
Gléz-Serna
El del helado seguro que es el de las prácticas de felación, xD
By: la_Pé on enero 7, 2010
at 4:56 pm
wow menudo relato!!! creo q la ficcion puede superar a la realidad, al menos en este caso jaja
la verdad es q degustar un buen xocolate blanco en un caloroso dia de verano es de lo mejorcito, envidio al xico del relato, ya q yo me tomaría uno ahora mismo :p
P.D. no es x malmeter, xo creo que si pudiera ese amigo tuyo contestarte x el relato,te diría que hace maravillas con el piercing de su lengua :p
un besazo enorme, niño! 😀
By: fiory on enero 7, 2010
at 7:20 pm
Jajaja. Gracias por opinar!!!!Muaks
By: entremildudas on enero 7, 2010
at 8:01 pm