Posteado por: entremildudas | abril 8, 2012

Encuentro en aquel lugar…

Es un día triste cuando vas a un sitio que consideras familiar, que a pesar de ser público lo intuyes como particular, y lo notas de repente cambiado, otra gente, otro carácter, otra personalidad… Al menos lo positivo fue que a mi vera un buenorro se sentó, y yo con los ojos saliéndose de mis órbitas por lo estupendo que me parecía…

Su pierna izquierda estaba pegada, apretada contra la mía y eso me ponía, y a cualquiera supongo que le pasaría… Mi sudor por la frente corría, y si yo no me corría era porque Dios no quería… Su paquete prometía todo un señor cipote, de los te llenan a tope… Un kilo de polla, apuesto por ello, y la necesidad de comprobarlo me empujaba a poner la mano sobre ella… Busqué una excusa perfecta, le ofrecí un caramelo, tras aceptarlo y dárselo nada mejor que sobre su paquete dejarlo caer y con un uyyyy recogerlo y dejando un segundo más de lo necesario la mano le miras fijamente y… me salió fatal, me salió como una mierda, me gritó: «Pero qué haces, degenerado!!» Y yo me quedé patidifuso y sin saber qué hacer no se me ocurre otra cosa que decirle: «Pues sí, lo soy, por ti lo estoy…» Después llegó la bofetada…

Glez-Serna

Posteado por: entremildudas | enero 28, 2012

Hay días…

Hay días en los que te cansas de ser el hazmerreír del personal. Todo el mundo acude a ti con ese tipo de bromas del tipo «hay que gracioso que seas mariquita´´. Llega un día en el que te cansas de eso. Hay días en los que te sientes un bufón… ¿Por qué algunos debemos de ir con cuidado por la calle cuando vamos acompañados de nuestro amor por miedo o temor a recibir algún tipo de agresión? ¿Por qué tengo que soportar miradas asesinas, o simple y llanamente de asco? ¿Hago algo negativo para el mundo dando rienda suelta a mis sentimientos? Yo creo que no…

Lo cierto y verdad es que sólo cuando estoy en la intimidad más absoluta, a pesar de que mi máscara de payaso oculte mis verdaderos sentimientos en la calle, es cuando más feliz soy de amar y ser amado… Sólo entonces mis besos son realmente seguros, mis abrazos tranquilos y cuando realmente disfruto… Sabéis una cosa? Estoy cansado de ir por la calle, y por la vida, de tipo duro, sí, de tío duro que no le importa un carajo el qué dirán ni las opiniones de los demás… A pesar de todo tengo sentimientos, y me cansa ocultarlos cuando algo externo me agrede…

Detesto cuando un heterosexual (y hombre sobre todo) dice que me comprende, porque es mentira, no es verdad… Un heterosexual no sabe lo que significa que alguien te mire deseando tu muerte, y acusándote de diferente, por ir de la mano de tu ser amado… Ellos no tienen ni puta idea de lo que significa… En los tiempos que corren uno ya tiene suficientes problemas por culpa de la jodida Crisis como para que encima te asedien las miradas y opiniones indiscretas… Dejad que ame, dejad que exprese mis sentimientos, dejad que mi amor y querer fluya por sus cauces, que es el mismo que el de mucha gente que como yo sólo tiene la culpa de amar libremente, dejadnos ser felices y olvidaos de nosotros, porque no os hemos invitado a nuestra fiesta…

Yo seguiré amando a quien amo, yo seguiré besando, pensando y hablando de quien amo, yo seguiré mostrando mi amor como un baluarte de pasión y de buen corazón, pero que sepas, querida amiga aprovechando que aquí nadie se entera, que seguiré luchando aunque por dentro esté cansado ya de tantos comentarios y miradas…

Gléz-Serna

Posteado por: entremildudas | noviembre 9, 2011

Sígueme en Twitter!!! @Paqui_Derma

 

Hoy mi actualización no será un relato… La situación política española me lo impide. El Partido Popular amenaza nuestro derecho al matrimonio, amén de muchos otros derechos que tenemos los que amamos libremente… y claro, toda esta tensión me impide escribir… Hago esta entrada para pediros que si os gustó mi blog, mi forma de pensar, siempre visible en mis relatos, sígueme, sólo teneis que buscarme en Twitter, @Paqui_Derma,  o pinchar en la columna de la derecha, donde aparece otro enlace… @Paqui_Derma

Un beso y gracias mil una vez más…

@Paqui_Derma

Posteado por: entremildudas | octubre 27, 2011

El primero de la mañana…

AVISO: Este es uno de esos relatos que dedico a alguien en concreto, salvo que esta vez es para alguien muy especial, el culpable de mi felicidad y de mi ausencia de inspiración actual. Cuando soy feliz no puedo escribir, lo siento…

 

La luz de una luna llena, rojiza, grande, oronda entraba por las ventanas de la habitación como única iluminación. Su pelo negro, largo, anudado entre mis dedos mientras abrazados nuestros besos se sucedían uno tras otro. Mis pies buscaban sus pies acariciándose entre ellos. Mis muslos se contraían a causa del placer y la pasión que devoraba mis entrañas. Mi sexo ardía como hacía meses, años, jamás lo había hecho…

El ruido de la gente andando, charlando, bromeando por la calle se elevaba hasta nuestro lecho junto al fresco de la noche de Septiembre. Se convertía en una banda sonora ideal para nuestros besos. Nuestros cuerpos fusionados se movían al ritmo de esa banda sonora que nos acompañaba.

Sus «tequiero´´ me sonaban a ciertos, no eran los que siempre he oído. Mis ojos miraban el techo, buscando un punto de intimidad en el que poder reflexionar sobre lo que acaba de oír y que hasta ese instante creía imposible: te quiero. Eran dos palabras de verdad, no falsas, no hipócritas o con la fecha de caducidad en la mañana siguiente. Por primera vez en mi existencia el «tequiero´´ era de verdad, y cuando lo oí sonreí…

Por primera vez tuve la certeza de que  el amor no moriría con el amanecer, al menos serían dos días o más… Por cierto que aun queriendo retenerlo entre mis besos, abrazos y caricias nunca dudé que volvería a mi vera. No debo de quejarme. Por fin tras todo este tiempo la fortuna me sonrió. Confieso que no me merezco esta consideración, pero… por fin mis besos tienen un sentido, el suyo, desde aquel día…  El tiempo que yo estuve  aquella noche a su lado me ayudó a dejar en el olvido los días en los que mis besos no fueron de verdad…

Antes de amanecer un ruido, la vibración del paso del tranvía, nos envolvió en la cama y acercando mis labios a su oído susurré un… «El primero de la mañana…´´

 

Gléz-Serna

Posteado por: entremildudas | agosto 12, 2011

Mi infinita vulgaridad…

Estoy cansado de tanta vulgaridad. Estoy aburrido de seguir siempre en el mismo juego prohibido y a escondidas. Estoy hasta los cojones de no poder ir de la mano de mi amado. Estoy hastiado de volver cada noche a practicar el cortejo de los avestruces, peleando contra otros maricones por la presa nueva de cualquier bar de ambiente, para después y como mucho sólo conseguir acabar de rodillas en un callejón sin nombre y olor a orín… Quiero que alguien me nombre, me ame, me de las sensaciones que siempre he querido para mí. Recuerdo en este instante algo que me dijeron una vez, una mañana y en una cama:

-Vamos a desayunar… Luego follamos… Después bajamos a la playa… Antes de almorzar venimos y follamos… Comemos y descansamos… Al despertar follamos en el sofá antes de bajar a  dar una vuelta… Al volver follamos otra vez más antes de cenar… Salimos a tomar un copa, tranquilos… Y por último volvemos a casa y follamos sin reservas hasta que amanezca… ¿Te gusta el plan?

No hace falta que te diga la respuesta, nadie puede negarse ante esa proposición de acabar extenuado de tanto follar, bien acompañado y pasando un buen día. El plan finalmente salió casi tal como se había planeado, pero al final acabé aburrido por las circunstancias. Aunque fuéramos de la mano por la calle, aunque nos besáramos como dos enamorados, aunque nos dijéramos «te quiero´´ mientras follábamos no dejaba de ser una pantomima del amor con un par de días de duración. No dejaba de ser un engaño mutuo, era demasiado difícil volver a Sevilla como una pareja. Yo supe casi desde el primer polvo que aquello no funcionaría fuera de aquel paraíso costero y apartado de las miradas conocidas. Esa sensación de anonimato y libertad que sentimos los maricones en la lejanía de nuestras guaridas habituales, que nos lanza a la locura al sabernos libres de algún dedo acusador, de rumores y crítica… El instante grande que sentimos al ir de la mano por la calle sin miedos a una inoportuna coincidencia con conocidos. Y es que no dejamos de ser unos apestados sociales…

Las dudas me asaltan, volviendo al presente. Alguien me vuelve a nombrar, y no sé si saltar al vacío  y dejarme llevar por la circunstancias o simplemente ver qué pasa y si por fin abandono mi infinita vulgaridad y simplicidad…

Gléz-Serna

Posteado por: entremildudas | julio 9, 2011

¿Mi rumbo?

Llega un punto en nuestras vidas en el que nos cuestionamos si hicimos el gilipollas en el pasado. Llega un día en el que se te cruza por la mente que has vivido una falsedad, un puro teatro. Llega un instante en el que te percatas que has dado mucho más de lo que has recibido jamás. Llega una sensación de vacío infinito en tu alma y tu corazón. Llega un segundo en el que piensas que cada caricia y beso de amor fue un gran engaño.

Piensas, ya todo acabado, que has perdido un tiempo muy preciado en tu vida. Valoras los momentos compartidos junto a él, los buenos y los malos, e incluso sólo recordando los mejores sigues pensando que todo fue un sinsentido.

Durante mucho tiempo has luchado por sostener un castillo de naipes que sufre los envites del aire. Un viento huracanado ha estado luchando contra lo que tú querías. Has dado tantos besos y abrazos, tantos momentos de amor y de pasión que un día te das cuenta que se te rompió el amor, de tanto usarlo. Ninguna flor dura dos primaveras por mucho que nos duela.

Intentas pensar que puedes hacer para arreglar lo estropeado, pero es tan complicado intentarlo, sólo los valientes y los tontos pueden luchar por ello. Sabes que no vas a ninguna parte. Para tener un destino no puedes olvidar tu punto de partida, pero un día te percatas que no tienes un puerto de origen, y entonces no puedes saber a dónde vas.

Soledad, noches de soledad , le espera a uno mismo para encontrar la solución. La oscuridad de la noche se muestra ante ti y con tus fantasmas personales como única compañía. Es en esos momentos cuando más duro se te hace, y es porque es muy complicado admitir tu propio fracaso. Es difícil decir que sí, sí, he perdido mis sueños y mi rumbo…

Gléz-Serna

Posteado por: entremildudas | abril 5, 2011

Sexo en el confensionario…

AVISO: Hoy pongo un relato antiguo, tiene casi año y medio pero es uno de los más leídos del Blog. Apenas lo he modificado y es una crítica a la hipocresía de cierta parte (casi toda, mejor dicho…) de la Iglesia

Andaba por el centro de Sevilla. Había tomado cuatro o cinco copas. Tanto gin tonic a las cinco de la tarde no es recomendable, y lo peor es que no tenía nada que hacer lo que quedaba de tarde. No quería aburrirme. Entonces vi una iglesia, estaba abierta. Entré.

Me dispuse a cachondearme de los curas, por su homofobia e hipocresía. Busqué el confesionario. Me puse de rodillas, postura que me encanta, que todo hay que decirlo.

-Padre…-Llamé al cura en voz baja.

-¿Si?

-He pecado…-Tenía la intención de infartar al cura contándole mis prácticas, enfurecerlo por mi pérdida de aceite, recochinearme de él. Una estupenda forma de pasar el rato.

-Cuéntame, hijo… -El cura abrió la celosía un poco. Pude ver su rostro. ¡Era guapísimo!. Un desperdicio de hombre. Tenía barba de tres días. Tendría veinticinco o treinta años, algo más que yo.

-Verá, padre, es la primera vez que confieso. Soy un vicioso. Soy alcohólico…

-Lo he notado por tu aliento, hijo…

-Fumo como un carretero…

-Lo huelo, apestas a tabaco…

-Soy adicto al sexo.

-¿Cuánto de adicto?

-Peco contra natura. Me pierde la sodomía. Soy maricón, padre, aunque también me pierden los coños. La lujuria en mí es tremenda. Mi hambre de sexo es insaciable. Es más, tengo un dicho: “Donde hay pelito, no hay delito´´.

-¿Y si no tiene pelo?- Me había tocado un cura cachondo, no parecía molestarse. La broma me salió rana.

-Padre, si no tiene pelo también  me lo follo…

-En las escrituras se dice que tenemos que amarnos unos a los otros, hijo. No es tan malo lo que cuentas…

-“Joder con el cura´´- Pensé. Liberal, progre, y sobre todo guapísimo. Tenía un polvo. ¡Qué digo uno, tenía miles, millones de polvos!. Una pena que se consagrara al clero. Los curas tenían que ponerse las botas a su costa, los cabrones.

-Hijo,  debes redimirte por ello. Si consuelas a este pobre cura, Dios te perdonará…

-¿Perdón?- No me creía lo que estaba escuchando. El cura me estaba haciendo una proposición indecente en toda regla.

-Digo que para obtener el perdón de nuestro Señor harías muy bien consolando a este humilde ministro de la Iglesia…

No contesté. Me levanté. Me dirigí  al otro lado del confesionario, a su habitáculo, era diminuto. Cuando entré el cura ya tenía el pantalón bajado hasta los tobillos y la sotana remangada. Yo me bajé también los pantalones.

-Padre, tiene usted una polla muy bonita…

-Eso dicen, hijo mío.

Me predispuse a comer esa linda polla. Pero el cura me detuvo.

-Hijo, así no.

Me hizo sentarme en el banquito que había. La escena era morbosa. Yo sentado en el banco y el cura sobre mi polla. El confesionario rechinaba con los envites. Yo acompañaba sus subidas y bajadas con mis manos, agarrando sus nalgas. El cabrón follaba divinamente. De repente, se escuchó un ruido, alguien llamaba por la celosía. Una vieja se había reclinado para confesarse.

-¡Me cago en Dios!-No pude evitar exclamar.

-¿Qué ha dicho de Dios, padre?-Preguntó la señora. El cura se llevó un dedo a la nariz, ordenándome silencio.

-¿Qué ocurre, doña Ramiiiiira?- El cura seguía empalándose en mi polla, no podía evitar gemir.

-¿Se encuentra bien, padre?

-Es que me duelen las almorranas…

-¿Por eso se mueve tanto?

-Ramira, centreseeeee- La situación me puso a mil. El cura comenzó a pajearse.

-Padre, he pecado…

-¿Qué haaaaaaaaaaaa hecho?

-Anoche me masturbé, me hice un dedo, pero sólo un poquito…

-¡Por Diooooooooos! Ramira, que usted tiene ochenta años…

-Pero aparento setenta…Además, mi vecino es tan guapo…

-La entieeeeeendo- El cura me agarró una mano y la llevó hasta la cabeza de su polla. Se corrió sobre la palma de mi mano. Con la lefa en mi palma no se me ocurrió otra cosa que llevármela a la boca. La degusté y tragué- Bueno, bueno, Ramiiiiiira, rece usted ciento cincuenta padrenuestros y doscientos avemarías, y váyase yaaaaaaaaaaaaa.

-¿Mejor trescientos de cada, no le parece?

-Como usted prefiiiiiiiiiiiiera…

La vieja se fue, pero yo también me fui. Disparé mi esencia en su interior. Impregné de semen su recto. Nos sentamos, descansamos. Me recompuse. Me incorporé para marcharme.

-Hijo, deberías darme algún donativo…

Le di un euro. Soy tacaño.

-Hijo, hay unas goteras que tapar…

Le di un billete de cinco.

-Y también hay que pintar…

Le di un billete de veinte.

-¿No tienes algo más?

-¿Padre, usted qué es, cura o puta?

Me fui sin esperar la respuesta.

 

Gléz-Serna

Posteado por: entremildudas | marzo 30, 2011

Papá, mamá, soy heterosexual…

Aviso: Esta es una revisión de un antiguo relato que escribí.

-Papá, Mamá, tengo que deciros algo… – Lo dijo mientras cenaban. Llevaba tiempo queriendo confesar, liberarse de su carga. Habían pasado tantos años desde que descubrió la verdad de su sexo que se le hacía imposible seguir con ese perfecto papel ante la sociedad. Quizá sus padres no lo aceptasen, poco le importaba ya. La madre le miraba preocupada.

-¿Qué  pasa?

-Mmm…. Es difícil de decir… -Padre y madre miran seriamente a su hijo- Soy heterosexual…

-Ay, Pepe, que me lo veía venir…  -La pobre mujer palidece, languidece y parece que le da el soponcio- Ay, por dios, la patria y el rey…  ¡Pepe, siempre te he dicho que esos amigos del niño no me gustan, con tanto pelo en el pecho y ver juntitos el futbol!… ¿Qué coño van a decir las vecinas cuando lo vean de la mano de una mujer?… Ay, ay, tenemos que llamar al padre Gilberto que él sabe mucho de llevar a los muchachos por el buen camino… O lo podemos llevar al psicólogo… ¿Eh, Pepe?  ¿Qué opinas, Pepe? ¡¡¡¡CONTESTA  YA, COÑO!!!!

-Mujer, relájate, que eres peor que el niño, vamos a ver hijo… Seguro que es por la edad, que estás indeciso o algo así… ¿Tienes novia?

-Sí…

-¿Pero has probado a tirarte a un tío?

-Sí.

-¿No te gustó?

-No.

-¿Y qué has sentido al comerle la polla?

-Asco…

-AAAAAY Pepe que me da…. Ay por dios  y la puta que me parió…. Con novia y todo…. Pero hijo, con lo bonito que es que tengas tu marido, sí, como todo el mundo….aaaaay, menos mal que la niña nos salió bien bollo….aaaay…….-Llora y se santigua- Qué he hecho yo… Eso es culpa tuya Pepe, que siempre has tenido mucho de macho…. Ya lo sabía yo… Eso es porque cuando me echaste aquel polvo estabas pensando en algo sucio, seguro…  ¡¡¡Voy a llamar al padre Gilberto!!!- Se levanta y  dirige al teléfono. Marca un numero y espera- ¿Padre?… Sí, soy Lola Mento… Sí, tengo un problema… El niño me ha salido macho… Eso dice, sí… Me pregunto si usted podría ayudarle… Sí, es que usted tiene fama de buen maricón…Claro… ¿Nos hará falta un exorcista?… Ah no, con un Nacho Vidal sirve… ¿No vale la suya, padre?… Ah, usted es pasivo… Entiendo… ¿Le vale mi consolador?…. Ok, se lo llevo pero  para usted, no para el niño… Claro que puede probarlo… Es rosa fucsia y bien grande, como debe ser… Sí… Tiene vibrador, claro… Pero padre, céntrese en mi hijo y deje lo del consolador… Ajá… Sí… Un segundo, padre… -Se vuelve hacia el hijo- Niño, el padre Gilberto me pregunta si alguna mujer te ha tocado o abusado de ti…

-No, mamá…

-Padre, dice el niño que no, que no lo han violado ni nada de eso… Sí… Invertido del todo, padre… Ayyy…  ¿Si rezo un rosario servirá, o mejor rezo tres?… ¿Que tome mejor un Tranquimazín? No sé padre, soy más de Coñac… Hablando de  santos remedios, ¿No venderán algo para curar a mi hijo?… Leche de nabo, ya…  Bueno, padre, y si le aplico unos electroshocks… No sé, lo he leído en algunos sitios… Por favor, padre, le pido discreción… Sé que usted es una cotilla mala, pero no lo cuente… ¡Qué dirán en el barrio, señor!… Mira que salirme el niño macho…

Gléz-Serna

Posteado por: entremildudas | marzo 15, 2011

Lolita

Vladimir Nabokov: «Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua recorre un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta.

Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana cuando estaba derecha, con su metro cuarenta y ocho de estatura, sobre un píe enfundado un calcetín. Era Lola cuando llevaba puestos los pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos fue siempre Lolita.´´

No era un cualquiera. No era un cuerpo más que se pasea por mi sexo. No era un capricho. Él encarnaba mis mayores deseos. Él era mi Lolita personal, sí, era mi centro de atención sexual más plena. Yo sentía por él lo mismo que Humbert  Humbert por su Lolita, que no era otra cosa que el foco de su deseo (en mi caso sin «anormalidades´´). Él para mí, aun siendo un poco mayor que yo, no significaba nada más allá de lo carnal, lo animal…

Cuantos he dejado escapar de entre mis dedos, mis garras, por la simple razón de no poderme administrar nada más a parte de una inyección de carne en barra. Te admito que a veces he sido una gran Lolita. Con la edad me vuelvo más sentimental, más maricón. Cada día que pasa pierdo más interés por lo efímero, lo fácil no me gratifica.  No me arrepiento de las cosas que no he hecho pero quizá no deba de dejar escapar de nuevo esas oportunidades del azar: los polvos pasionales de un encuentro entre desconocidos.  Mi reciente paseo por el sado me ha servido para enriquecerme literariamente, nada más, entonces ahora que vuelvo de ese paseo no sé a qué puedo dedicarme. Sinceramente, me aburro…  El ser humano es aburrido, simple, previsible. Aunque nos creamos convencionales, superficiales, vulgares, ideales, modernos, inteligentes y guapos realmente no hacemos nada que no hayan hecho otros ya. El sexo que practica la gran parte de nosotros, aburrido, previsible, monótono y falocéntrico no lleva a ninguna parte: el sexo debe de ser variado, divertido, un juego, innovación, sin tabúes… Lo peor es que si haces lo segundo te ocurrirá como a mí, te llamarán rarito…

Gléz-Serna

Posteado por: entremildudas | febrero 19, 2011

Sexo, sexo desenfrenado…

El sado supone un aumento de adrenalina insuperable. Es el morbo elevado al cuadrado. Es eso que todo el mundo quiere y sueña con practicar pero que es incapaz de hacerlo por miedo o vergüenza. La gente siente miedo a engancharse a esa práctica. Yo reconozco, y te confieso, que mi experiencia en ese mundo paralelo del sexo se debe simplemente a la búsqueda de experiencia literaria, para saber más sobre el placer humano…

Me cité con un experto en la materia. No voy a contarte todo lo que hicimos en aquella habitación de hotel que él reservó. Para contarte todo lo acontecido necesitaríamos un buen café y una tarde de conversación. Sólo narraré una parte…

Me pidió que me tumbara en la cama. Yo tenía los ojos vendados y comenzaba a sentir cansancio después de varias horas de sexo. Agradecí que me ordenara tumbarme en la cama. Sí, yo hacía de sumiso. Me pidió que no me moviera y comenzó a masajear cada pliegue de mi piel. Me agarró la muñeca derecha y la elevó. Noté, ya que no podía ver, que con una cuerda me hacía un nudo en la muñeca. Acto seguido me cogió el tobillo derecho y lo elevó también hasta la muñeca, y con un nudo magistral dejó unidas mi muñeca y pie derecho. Hizo lo mismo con la izquierda. Me amordazó la boca y quedé totalmente incapacitado para hablar, ver y moverme. En esa postura mi culo se mostraba perfectamente, estaba a su disposición. Aunque quisiera evitarlo yo no podría negarme, me era imposible… Sentí que entró en el cuarto de baño y que se daba una ducha, mientras yo, inmóvil, no podía hacer nada más que esperarle. Supuse que aquello entraba dentro de su juego morboso, que yo no supiera que hacía ni cuando me follaría. Reconozco que mi polla estaba empalmada y a punto de estallar. Él se había corrido un par de veces a lo largo de la tarde y yo aún no. Él no me lo permitía bajando el ritmo cuando me notaba demasiado excitado.

Cuando regresó de la ducha me hizo una ligera cosquilla y luego comenzó a masturbarme. Siempre paraba cuando mis espasmos anunciaban el orgasmo, para luego volver a empezar. Perdí la noción del tiempo, no podía pensar en nada por culpa del placer. De repente paró y me folló. Sentí su polla dentro. Intenté moverme pero no podía, lo hice sólo para darle más morbo a él: intentar negarme. Con su polla en mi interior volvió a masturbarme hasta que eyaculé y segundos después él lo hizo en mi interior…

Gléz-Serna

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